EL VALOR HISTORICO Y PATRIMONIAL DEL SECTOR SAN MATEO:

MUCHO MAS DE LO QUE SE QUIERE VER

Jorge Ortiz Colom
Arquitecto especializado en patrimonio

Este escrito no refleja la opinión oficial del Instituto de Cultura Puertorriqueña ni ninguna otra agencia gubernamental responsable de aspectos de patrimonio, aunque el que lo escribe trabaja en dicha agencia.

Para algunas personas acostumbradas a la visión ortogonal del urbanismo, para los cuales la geometría es proporcional a la higiene, el sector de San Mateo de Cangrejos de Santurce parece un desastroso emborujo de callejones producto de un caos innato, caldo de cultivo de patologías sociales y un uso altamente ineficiente del espacio. Viene, por tanto, el ingenio de algun diseñador que trae el sueño de un orden que "embellecerá" el entorno y creará por lo tanto una vida espiritualmente superior a sus vecinos.

Se desprecia, ademas, la antigüedad y diversidad de las viviendas y edificios y su significado en la definición de un urbanismo muy idiosincrático y antillano, a su vez muy especial que al rasgar el barniz del deterioro y desocupación de muchos sitios, resulta ser un orden muy exacto, producto de un palimpsesto de decisiones acumuladas a lo largo de los años y que demuestra una racionalidad distinta de urbanismo, en rigor tan legítima como aquella que los urbanistas académicos puedan parir ex novo.

En este escrito se demostrará que el sector San Mateo, ubicado al norte de la Ponce de León entre las calles de Diego y Parque es, ante todo, una pieza eficiente de urbanismo que aprovecha con relativa eficiencia el uso del sector, la escala, la red de calles y senderos, y que posee múltiples oportunidades para el mejoramiento y su regeneración inclusive en un distrito cultural accesible a todos los niveles economicos. Y el rellenar los solares baldíos intermedios con obra compatible reforzará de forma efectiva la calidad de este sector. Pero el fin primario de este análisis es mostrar la diversidad de valores arquitectónicos e históricos que tiene el conjunto. Y aunque cada estructura como tal no es un monumento significativo, el conjunto formado y la interesante yuxtaposición de tipos creada presenta un carácter muy especial.

DESCRIPCIÓN GENERAL
Lo visto en este sector fue mayormente erigido en la primera mitad del siglo xx, habiendo sido hasta el 1900 una zona mayormente de campos que por dos siglos habían sido las fincas de negros libertos cangrejeros. Tras el ensanche de San Juan y la disponibilidad del tranvía eléctrico, las pequeñas fincas del sector fueron subdivididas en solares: usualmente tendiendo una calle central a lo largo de las mismas y lotificando en parcelas rectangulares de unos 200-300 metros cuadrados cada una. Originalmente poblado por casas unifamiliares en madera como las vistas en las calles Candelaria, Iglesias y Mandry todavía, el sector fue pasando un proceso de paulatina densificación el cual en lugar de empobrecer su calidad de vida, lo que hizo fue aportar nuevos tipos residenciales que mejoraron la variedad de la oferta. Así se hicieron casas de dos niveles con capacidad de dos familias – vistas en las calles London, Mandry y Antonsanti – y luego algunas de apartamentos como Candelaria esq. Mandry y otra de los años 1930s, de estilo español y seis unidades, en esta última calle.

El sector no ha sido una reserva residencial. Un comercio local y de mediana escala – orientado a un mayor tamaño en la calle de Diego – complementaba la oferta residencial y a la vez proveía mercancias y servicios a una población flotante que llegaba a las oficinas gubernamentales, privadas y profesionales cercanas. En algunos casos eran los mismos residentes quienes trabajaban estos negocios. Siendo negocios a escala manejable y casí todos familiares (excepto los de la calle de Diego), no afectaban negativamente la convivencia y a su vez creaban animación adiciónal en las calles. Los edificios fueron levantados cuando ya el ladrillo como material de construcción había sido suplantado en la capital por el hormigón. Pero en los edificios de mayor antigüedad existía un hormigón que era hecho con agregado de piedras grandes y a veces se le mezclaba cascote o ladrillo, y este material ha alcanzado al curarse por décadas una gran resistencia. En varias estructuras de este material el hormigón se ha usado para confeccionar detalles decorativos, usualmente geométricos, elegantes aunque relativamente sencillos. Estos son en los estilos vernáculo, revival español, art-deco y art-moderne. El más exuberante de los edificios revival español es el del Hospital Mimiya, ubicado en la esquina noroeste del área afectada, y gracias a ser obra del arquitecto Carmoega, es un edificio protegido por las ordenanzas del plan territorial de San Juan. Hay dos casas, una de apartamentos y otra de dos familias en el extremo este de la Mandry que son notables por la elegancia de sus proporciones.

Las obras art moderne y art deco se concentran en las calles de Diego y Antonsanti. La madera usada es generalmente pino importado, aunque generalmente resinoso lo cual le ha permitido resistir relativamente bien el deterioro, la humedad y el calor. No quedan muchas obras en este material en el sector, pero las remanentes exhiben gran integridad y solidez, aun a pesar del abandono del último año o dos. También fue la madera de calidad la empleada en la mayoria de las puertas y ventanas originales del sector, algunas de las cuales pueden verse, como es el caso del elegante antepecho (ventana formada con una puerta que abre a una baranda de balcón) de una casa ubicada en la calle Antonsanti. El antepecho es un tipo de construcción visto desde antes del siglo xviii en las residencias de la época colonial en San Juan y es interesante aqui su reinterpretación en una casa art moderne del periodo 1935-50.

Quedan en otros lugares además del mencionado las tradicionales puertas o ventanas dobles con persianas finas operables tras abrir un póstigo, y generalmente presentan una condición aceptable. También otras casas tienen puertas/ventanas labradas o francesas, siguiendo la costumbre de la época.

La mayoría de las casas tienen un reparto tradicional de habitaciones (filas desde el frente hacia atrás y plantas rectangulares) y son de dos o tres habitaciones de frente con módulo sala-comedor-cocina-baño en el centro o en un lado, y algunas tienen también pasillos centrales. Al menos una en la calle Iglesias tiene un impresionante medio punto hecho en madera en forma de arco. Otra en la calle London mantiene un enrejillado contínuo en la parte alta de una pared, recurso visto ampliamente en ciertos momentos de nuestro vernáculo, y orientado a facilitar el paso de aire caliente entre las habitaciones.

Los detalles hallados en muchas viviendas desmienten la alegada miseria de sus habitantes. Estas eran viviendas de calidad, para gente de clase media-baja a media-alta. Más de una docena de ellas tienen la clásica loseta hidráulica o criolla, que en varias casas de las calles Iglesias y London presentan elaborados patrones geométricos naturalistas y algunos en cierto sentido influidos por el morisco español. Este tipo de revestimiento de piso, colocado sobre piso de hormigón, tiene una vida útil facilmente alcanzable de setenta años o más.

Las de estilo revival espanol vistas en la calle Mandry tienen rejas de hierro elaboradas al gusto de su época y de un calibre de metal ya casi no visto en la herrería moderna. No podemos olvidar el uso ornamental de piedra y cemento en el edificio del Hospital Mimiya, y sobre todo como este edificio hecho con fines sanitarios se amalgamaba con el resto de las estructuras del sector, siendo un auténtico buen vecino en el plano urbanístico.

Más sorpresas esperan en otros lugares. En la esquina de de Diego y Antonsanti hay un edificio originalmente de dos niveles que presenta una esquina con un corte a 45 grados, el corte achaflanado que se empleó masivamente en otros pueblos de la isla (notablemente Ponce, en el cual estaba incluído en las ordenanzas de construcción). De esta forma se le daba espaciosidad y personalidad amigable a la esquina que dejaba así de ser el mero accidente técnico de un empalme de calles y tomaba una vida propia.

SIGNIFICADO E IMPORTANCIA
Ademas de los detalles, las casas de San Mateo exhiben una fina interacción con las calles que las rodean. Con plafones amplios y altos que facilitan el que el aire caliente suba fuera de la zona de confort de los ocupantes, los balcones y pequeños patios delanteros crean una clara limitación entre lo público y lo privado. Como las casas no se retiran grandemente de la calle, y los balcones quedan a una distancia "conversable", la vida doméstica se liga con la comunitaria. El espacio de las calles es claramente divisado por los vecinos, se tiene una verdadera vigilancia pasiva y visual facilitada por la posición de las ventanas, galerías y balcones, sin depender en costosos aparatos electrónicos.

Otra ventaja es la gran diversidad de tipos de vivienda. En lugar de la monotonía de los grandes complejos, San Mateo presenta una diversidad de estructuras asequibles a distintos tipos de familias y niveles de poder adquisitivo. Además y más importante, estando casi todas estas residencias ya amortizadas de las obligaciones hipotecarias que pudieron haber tenido, se convierten en un habitat accesible, de alta relación calidad/costo (esto es más preciso que decir "de bajo costo"), cuya proximidad a magnetos de vida institucional y cultural como Bellas Artes, el distrito cultural teatral que nace a lo largo de la Ponce de Leon, y el Museo de Arte de Puerto Rico, lo convierten en una auténtica incubadora de imaginación artística y teatral en potencia. Es probado que en ciudades donde existen espacios asequibles cerca de los grandes magnetos de cultura se anida una clase de hacedores de arte y cultura que cumplen con su llamado de incubar la sensibilidad poética de la sociedad de donde surgen, con albergues diversos ajustados a los siempre variables presupuestos de los genuinos culturistas.

San Mateo ofrece casas terreras, apartamentos, casas de dos niveles, espacios abiertos que fueran comercios, apartamentos interiores accesibles por pequeños callejones, apartamentos de patio, cuartos independientes y otros tipos de alojamiento que responden, irónicamente, mejor a la abigarrada realidad de las familias puertorriqueñas modernas que los complejos estandarizados que se pretenden levantar en su lugar. Y la variedad de formas de viviendas significa que existen disponibles para todas las personalidades, no tiene el habitante que moldear su modus vivendi a un estilo arquitectónicamente regimentado, no empece el alto costo exigido para entrar a los nuevos y mal pensados complejos de lujo que quieren ocupar este sector.

San Mateo de Cangrejos, lejos de ser un sector inadecuado, es un área rica en historia aun tomando en cuenta la pérdida de varias de sus más extraordinarias residencias durante los últimos 20 años. Presenta el resultado final de un proceso de contínuo ajuste y edificación de un sector urbano de construcciones bajas pero alta densidad (la población potencial de un sector de apenas cinco cuerdas es de unos 200 habitantes mínimo, 500 por hectárea con un potencial de alrededor de 35000 - 40000 personas por kilometro cuadrado tomando en cuenta el dejar espacio para espacios e infraestructuras urbanas a escala macro). No sólo eso, sino que a su vez muchas de las residencias cuentan con patios arbolados lo cual permite que la naturaleza entre dentro de la urbe y se obtengan beneficios climaticos inestimables.

La red de calles, de manzanas pequenas y rutas potenciales alternas para moverse entre un sitio a otro, crea un urbanismo enérgico con un gran potencial de animación peatonal y minimiza la existencia de calles muertas. No deja mucho espacio para estacionar vehículos, pero en todo caso si deja espacio para el ser humano, y con la alta densidad posible, se puede reducir la necesidad de poseer automóviles. Este urbanismo de staccatos y de un permeable y recorrible dominio público ha sido visto por muchos urbanistas y críticos (Jane Jacobs, los Hermanos Krier, Christopher Alexander y otros a nivel internacional) como un elemento altamente deseable, que se perdería para siempre con los pretendidos megaproyectos.

San Mateo como otros sectores de Santurce exhibe, en resumidas cuentas, un experimento en urbanismo tropical que resultó de numerosas pequeñas decisiones de ocupantes que fueron por necesidad afinando unas reglas de convivencia expresadas en un régimen de ocupación de suelo, organización de calles y conformación de edificios que presenta una respuesta unica y muy puertorriqueña al reto eterno de habitar en ciudades. Santurce es una ciudad de alta habitabilidad y un potencial insospechado para generar principios de calidad de vida y demostrar una verdadera alternativa al desparramamiento.

Destruir por un mero criterio burocrático de dudosa legitimidad este experimento es negar una aportación significativa a nuestro patrimonio. Aunque el resultado sea imperfecto y parezca caótico al observador superficial, el urbanismo de los sectores centrales de Santurce es un fenóimeno que vale la pena conservar, estudiar y analizar detenidamente ya que en mi opinión da lecciones sabias de convivencia.

Excursión Guiada