Declaración: Por la Unidad Contra la Exclusión de las Comunidades NOSOTRAS: las personas, grupos y comunidades, convocados para conmemorar el 132 aniversario de la firma de la Ley de la Abolición de la Esclavitud en Puerto Rico, un 22 de marzo del 1873; reunidos en las facilidades de la Corporación Piñones se Integra (COPI), en Piñones-Boca de Cangrejos, Loiza, Puerto Rico: HONRAMOS: la vida, la historia y el espíritu de nuestros ancestros, que nos han legado su fuerza, su resistencia y amor por la tierra, la alegría y la libertad; aquellas vidas que sufrieron los horrores del destierro, el carimbo y la esclavitud; a todas las mujeres y los hombres que emprendieron la larga lucha por terminar la esclavitud en la isla; RECONOCEMOS: que hoy, 132 años después de la firma de la Ley de la Abolición en Puerto Rico, a pesar del sacrificio de nuestros ancestros, todavía vivimos las prácticas y conductas del prejuicio racial y social, que se manifiestan en la exclusión y la opresión; DECLARAMOS: que como en el pasado, nuestros privilegiados suelos y recursos naturales, tanto del barrio, del campo y de la costa, son motivo de codicia para los inversionistas y especuladores inescrupulosos, que mediante la treta y el engaño intentan apropiarse de los mismos; DENUNCIAMOS: que este esquema de exclusión cuenta con el apoyo de alcaldes, legisladores, jefes de agencia, funcionarios públicos y profesionales, que facilitan y justifican la intención de expropiarnos y privarnos de nuestras tierras y nuestras playas, a nombre de un supuesto "progreso y desarrollo", del cual no participamos y es contrario a nuestras necesidades y aspiraciones individuales y comunitarias. DENUNCIAMOS: que el patrón de expropiación y exclusión se refleja mayoritariamente en las comunidades más pobres de nuestro país y las personas de tez más oscura; que sobre nuestras familias y comunidades cae todo el peso del impacto de las políticas como la "mano dura" y la "rehabilitación urbana", que tienen como objetivo final criminalizar a los más pobres y blanquear aquellos sectores que están en la agenda del desarrollo para el lucro. DECLARAMOS: que ante lo irracional e insensible de una política de exclusión y marginación de las comunidades tradicionales, hacemos un llamado a: - que todos los funcionarios públicos (electos y nombrados), así como la rama judicial, asuman la responsabilidad de cumplir y hacer cumplir sin privilegios las leyes y los principios que rigen nuestra Constitución; - que investiguen y fiscalicen las acciones de atropello y saqueo empresarial de algunos sectores económicos, como la industria de la construcción, la banca hipotecaria y otros profesionales, que diseñan y determinan por capricho donde construir, sin medir las consecuencias de sus acciones en nuestro modo de vida y en nuestro medioambiente. POR LO TANTO: Exigimos que se imponga la voluntad del "bien común", máxima aspiración del cristianismo y la democracia; que se respete la integridad y las necesidades de las comunidades y que se detengan los procesos de expropiación y toda intención de legislar o desreglamentar para limitar el derecho a la participación ciudadana; POR LO TANTO: Urgimos a las autoridades gubernamentales; instituciones educativas, judiciales, religiosas, profesionales, sindicales y a los medios de comunicación a promover la discusión y el análisis sobre aquellas conductas y actitudes discriminatorias y racistas; de igual manera apoyar y acompañar a las comunidades en su reclamo de justicia, en nuestro Grito de Rebelión contra la Exclusión. RESOLVEMOS: Que las personas, grupos y organizaciones que suscribimos esta Declaración por la Unidad Contra la Exclusión de las Comunidades; estamos comprometidas con la erradicación del racismo y otras formas de desigualdad y exclusión, con la aspiración de una sociedad más justa, solidaria y participativa; Firmado hoy 22 de marzo de 2005, en el Centro de la Corporación Piñones se Integra (COPI), en Piñones-Boca de Cangrejos, Loiza, Puerto Rico: HC01, Box 7631 Loíza, Puerto Rico, 00772
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